La metodología que se va a emplear está basada en las metodologías activas. Las metodologías activas consisten en un proceso interactivo basado en la comunicación profesor-estudiante, estudiante-estudiante y estudiante-material didáctico. Esta metodología se caracteriza por ser un aprendizaje en el que el alumno es el protagonista. Además, está contextualizado por situaciones y problemas de la vida cotidiana que el alumno ha de resolver, lo que supone una mejora en el aprendizaje y en la motivación de este.

 

Estas metodologías están jugando un papel muy importante en las aulas, pues no solo es un método de aprendizaje efectivo, sino que además es llevadero, divertido y rompe con los métodos tradicionales.

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A continuación, presentaremos algunas de las metodologías que pondremos en marcha en nuestra unidad didáctica.

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Aprendizaje basado en problemas:  consiste en plantear un problema que el alumnado debe resolver a fin de mejorar sus habilidades y su conocimientos. Este método incluye la interdisciplinaridad y se observa un incremento de la curiosidad del estudiante.

 

Aprendizaje basado en proyectos: este método consiste en realizar un proyecto en grupo. Previamente, el profesor se asegurará de que el alumno dispone de todo el material necesario para llevarlo a cabo y que en su resolución trabajará todas las destrezas que se desea.

En el ABP, el alumnado puede participar, hablar y dar su opinión mientras que el profesorado adquiere un rol menos activo. Mientras que en la clase magistral, las mesas se distribuyen filas, en este método, las mesas se agrupan, creando círculos ya que los alumnos tendrán que trabajar en grupo, moverse, relacionarse con otros para compartir ideas, etc.

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Aula invertida: esta metodología consiste en grabar un vídeo explicativo de la lección, o bien dejar material de trabajo en línea que los alumnos trabajarán antes de la sesión, para cuando lleguen al aula, sean ellos los que expongan lo que han aprendido y que compartan ideas sobre el tema que se esté trabajando. En este método, vemos un claro ejemplo del aprendizaje significativo, en el que el alumno construye sus propios conocimientos a partir de las herramientas y recursos que le ofrece el profesor. Gracias al aula invertida, se incrementa la motivación, el compromiso, la responsabilidad y la implicación del alumnado.

 

Aprendizaje o trabajo cooperativo: 

Se basa en la interacción y cooperación entre alumnos para la adquisición de conocimientos. Esta cooperación supone que cada componente del grupo alcanzará sus objetivos en la medida que los demás miembros del grupo alcancen los suyos.